martes, 2 de noviembre de 2010

Visto el piloto de la adaptación a tv...

... y leído el tomo 11 de la serie de Kirkman, pues no hay color.
Vamos, que le da cien vueltas el cómic a la versión en imagen real.
Era de esperar; lo más difícil no era maquillar a una panda lo bastante numerosa de gente tan bien como para que acojonaran y no quedaran ridículos; lo complicado era captar la atmósfera desolada y desoladora del tebeo, o reproducir los cliffhangers (seis por tomo), o definir a los personajes en tres minutos (que sería el equivalente a lo que hace el autor en dos páginas de tebeo).
Los dos o tres momentos más poderosos visualmente del primer episodio para la tele están calcados de las viñetas de Tony Moore. El resto, no vale gran cosa. El inicio del capítulo es para mear y no echar gota. Igual si la hubieran hecho en blanco y negro...

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