"Hay pocos momentos en la existencia de un hombre...

... en que este experimente tan lamentable angustia y encuentre tan escasa conmiseración caritativa como cuando va en persecución de su propio sombrero. Para alcanzar un sombrero se requiere mucha frialdad y un grado especial de discernimiento. Uno no se debe precipitar, pues lo pisará; no debe caer tampoco en el extremo opuesto, pues lo perderá por completo. El mejor modo es mantenerse gentilmente a la altura del objeto de la persecución, ser prudente y cauteloso, acechar bien la oportunidad, pasar poco a poco por delante de él, y entonces dar un ataque rápido, agarrarlo por el ala y encajarlo firmemente en la cabeza; todo este tiempo sonriendo agradablemente, como si uno considerara que es una broma tan buena como cualquier otra". Como si nada, Dickens retrata a través de pequeños gestos y anécdotas los entresijos, miserias y grandezas de la naturaleza humana. A ver quién no se ha sentido alguna vez en situación tan ridícula como la narrada más arriba. La imagen corresponde a la trastienda de la que siempre ha sido una de mis películas favoritas, y que también tiene una escena memorable en la que juega un papel fundamental un sombrero. No-premio al que adivine de qué clasico se trata...

El destino en forma de bote de gel de ducha...

Mis vacaciones mallorquinas de este año han venido con accidente doméstico incorporado. En una carambola que entra de lleno en ese cruce entre lo bizarro y lo kitsch en que se encuadra a veces la novela de mi vida, el otro día casi me salto un ojo con un bote gel que salió disparado de mi mano cual flecha del destino y me aporreó de lleno en el ojo izquierdo (abierto). Total, carrera a las urgencias del centro de salud, de ahí al hospital de Palma, úlcera en córnea que afecta a pupila e iris y ojo tapado durante 24 horas. Y dijo la oftalmóloga que he tenido suerte, y sólo voy a tener que tratarme con una pomada durante 20 días y esperar a que cicatrice...
Vino el incidente a poner la puntilla a reincidencias y errores repetidos últimamente. O vino a pararme, como ya han venido otros "accidentes" a pararme otras veces en mi historia reciente. Total, la pregunta sería si estos eventos "fortuítos" son tal, o los vamos escribiendo a (in)conciencia en nuestras biografías. El señor F. tendría mucho que decir al respecto...

¿Está usted entre los "privilegiados"...

... a los que los pistoleros del Congreso han robado en sus narices otro 7% de su sueldo, esta vez con la burda estratagema de "retenerle" la paga de navidad? ¿O quizás se encuentra entre los afortunados autónomos que, a partir de ya van a tener que entregar al fisco el 21% de lo que ganen en vez del 15? ¿Tal vez forma usted parte de los agraciados parados que a partir del sexto mes, donde cobraban 60, ahora van a cobrar 50? En cualquier caso, seguro que forma parte del montante de los que, cuando vaya a arreglarse la melena, notará que la minuta ha ascendido, paralelamente a la bajada de sus ingresos. Notará también, querido lector, que si algún día se le ocurre cometer el dispendio de meterse a una sala de cine (ay, amigo, esa tendencia a vivir por encima de sus posibilidades...), una entradita de nada, así a pelo, puede costarle la friolera de... 10 euritos de nada!!!
Todo sube, queridos, todo sube: los espectáculos, la pelu, los sueldos de los cosejeros del ibex 35, el salario de los altos cargos del gobierno regional manchego... Así son la vida y la inflación, el fmi, la troika, la banca y la madre que los parió. Pero tranquilos; si necesitáis un bálsamo, un consuelo, un poco de dulzura y comprensión en estos tiempos de zozobra y desespero, siempre podéis PINCHAR AQUI...
Por cierto; las fotos fueron tomadas el jueves pasado en la calle Génova. La primera, a las siete de la tarde; eran unos funcionarios de los cercanos juzgados que se fueron de forma espontánea y poco organizada a la sede del PP a gritar su indignación. La segunda, una hora después; la concurrencia se había multiplicado por cinco; había bomberos, policías de paisano, personal de los ministerios... Al día siguiente, volvieron; y ya eran miles; y hubo hostias, pero eso ya está en la PRENSA (en alguna, por lo menos...)

Pues eso

La instantánea fue tomada el viernes por la mañana, en un paseo con la Maga camino del Dos de Mayo. Ha sido un fin de semana relajante, reconstituyente, de cuidarme. He vuelto a darme otro chapuzón privilegiado (dos, para ser exacto), esta vez en la recién inaugurada piscina cubierta de las Escuelas Pías, a escasos cinco minutos de mi casa, lo que en Madrid es un auténtico lujazo. Está en una tercera planta, y mientras te pones en remojo puedes ver las azoteas de la Villa y Corte...
Me ha dado tiempo además, como os digo, a paseos con mi perro, balsámicas sesiones de diván, cafés con Dickens, un par de cenas en inmejorable compañía, unas cañas con lo que parecen unos nuevos amigos en ciernes, y hasta un susto en que han estado implicados mi peluquero, Maguita y un cuello de pollo (¿a que suena terrorífico y un poco como a vudú?).
El finde que viene, más natación, más terapia, más cenas (esta vez con cine de verano incluído), y todo ello en el contexto del comienzo de mis ME-RE-CI-DAS vacacioneeeeesssss!!!

El momento cultureta, que también lo hubo...

... consistió en una visita a la exposición de Kirchner en la Fundación Mapfre. A mí me gustó. A mi acompañante, regular; decía que le resultaba demasiado inquietante. Leyendo la biografía del tipo, resulta que estuvo desde los treinta o así rodando por distintos sanatorios mentales. Vamos, que la cabra tira al monte (lo digo por mis gustos, no por el pobre hombre...).
En otro orden de cosas, y fiel a mi propósito de manteneros al día de lo que se cuece por la Villa y Corte, comentaros que la crisis no existe de puertas del Café Comercial para adentro; de hecho, se han permitido el subir el con leche cinco centimitos; ya van por los 2,45 de nada...

Hala, queridos. A mover la cadera enfundada en unas mallas lavás al láser...

Las historias naturales

Siguiendo la crónica de un fin de semana repleto de actividades (fue un no parar, oigan) tengo que agradecerle a Jota el hacernos de cicerone por las tripas del Cardenal Cisneros, uno de los institutos de bachillerato más antiguos de Madrid.
El edificio es apabullante; las aulas, espectaculares; pero cuando llegas al laboratorio... Ah, amigo, eso es otra historia! Reproducciones tamaño XXL de flores y animales, instrumentos de medida psicofisiológicos antediluvianos, frascos de cristal con fetos imposibles, y este señor de aquí. Un viaje alucinante...

Chapuzón privilegiado

Torres Blancas, del arquitecto Sáenz de Oiza, es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid. Un tercio de "Los límites del control", de Jarmusch, está ambientado en sus espacios comunes y en una de sus viviendas. Lo que no aparece en la peli es la piscina de la terraza, en la planta 23, desde la que se ve toda la ciudad.
Y uno, que es muy fino, tuvo la suerte de darse un chapuzón y marcarse unos largos para escapar del sofocante calor del jueves pasado. ¿Que cómo? Ah, queridos. Los amigos, los amigos. Que son lo principal de esta vida...