Siguiendo la crónica de un fin de semana repleto de actividades (fue un no parar, oigan) tengo que agradecerle a Jota el hacernos de cicerone por las tripas del
Cardenal Cisneros, uno de los institutos de bachillerato más antiguos de Madrid.
El edificio es apabullante; las aulas, espectaculares; pero cuando llegas al laboratorio... Ah, amigo, eso es otra historia! Reproducciones tamaño XXL de flores y animales, instrumentos de medida psicofisiológicos antediluvianos, frascos de cristal con fetos imposibles, y este señor de aquí. Un viaje alucinante...
1 comentario:
No disimules guarrina. Ese eres tú después de 35 horas de desenfreno, alcohol y set-so orgiástico.
Te habrás creído que mos hemos caido dun guindo...
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