Tus hijos no te ven jamás, ni siquiera en verano. Tienes, para ser precisos, un majordomo, un criado, un cocinero, un chofer que te lleva los niños a la escuela más tres baby sitters. 54 años y una vida devastada como todos nosotros. Así que en lugar de darnos lecciones y mirarnos por encima del hombro, deberías hacerlo con cariño. Estamos todos al borde del precipicio y nuestro único remedio es tenernos compañía y reírnos un poco de nosotros mísmos."
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