A ver. ¿Tendría que ver con que el prota es un alienígena encerrado en una armadura que le impide cualquier contacto carnal y que era enemigo natural de los fantasmas estelares, una raza mala-malísima de seres que podían cambiar de aspecto y se hacían pasar por personas "normales y corrientes"? ¿Estaría relacionado con que yo andaba por los dieciséis o dieciocho, empezando a sentirme atraído por quien se suponía que no debía, imaginándome quién más podía ser marica (si es que yo no era el único en el planeta), y con un miedo atroz a que me descubrieran y me volatilizaran con un hetero-rayo o de una buena hostia...?
Guarrina vuelve más reflexiva, psicoanalítica y gayer que nunca!!!
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