Lo que hay por el suelo es lo que quedaría de cualquier miembro del gremio de los mecánicos si ahora mismo me encerraran con ellos en una habitación sin más armas que mis manos desnudas, y si no tuviera que preocuparme por las consecuencias.
Y no, ésto de aquí al lado no lo ha dibujado Frank Miller. Ni yo suelo llevar gafas y vestido rojo...
1 comentario:
recuerda, tus manos desnudas y un orfidal
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