domingo, 26 de octubre de 2008

"Entonces, he aquí la revelación.

Este hermoso fuego imperecedero del ser que nos rodea por todas partes, que somos nosotros, es una sola cosa; todo es divino.
Hombre, mujer, conócete a tí mismo, y entiende que eres divino.
Respétate a tí mismo, respeta hasta el más mínimo fenómeno de tu existencia como si se tratara del aliento de dios.
Has de saber que nuestro universo es un único lugar, una sola habitación iluminada por el fuego; que todo es un solo momento. Has de saber que aquí sólo ha habido una persona en todo este tiempo.
Que lo eres todo, eternamente.
Que te quiero."

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