jueves, 23 de junio de 2011

"No pensemos que será fácil.

No creáis que no pasará."
Era el texto de una de las miles de pancartas improvisadas que recorrieron Madrid el pasado domingo.
Y allí estuve; lo pasé fatal cuando los días previos al 22 de Mayo me perdí la que se formó en la Puerta del Sol, con la certeza de que estaba faltando a algo grande, histórico, de esas cosas de las que puedes ser testigo tres, cuatro veces a lo sumo en tu vida.
Y los amigos me decían: "no te preocupes, que ésto va a seguir, verás como tienes la oportunidad de quitarte la espinita",
Y qué razón tenían; y vaya si me la quité; dos horas desfilando junto a otras treintaytantas mil personas por la ciudad que me ha amamantado desde que tenía 18 años y que me ha convertido en lo que soy (mejor o peor). Fue emocionante. Me sentí afortunado. Estuve feliz.
La foto, cortesía de Iván, mi compañero de reivindicaciones.

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