Hoy:
MANITAS DE CERDA CON BOLETUS
El primer paso es coger a Pilar Urbano y, sin muchos miramientos, cortarle las manitas.
Mientras la dejamos chillando hasta desgañitarse (signo éste de que es una cerda como dios manda), nos vamos tranquilamente al monte a buscar boletus.
Es de esperar que, a nuestra vuelta, la sujeta ésta haya dejado ya de gritar, momento de paz que aprovecharemos para cocinar sus manitas con los boletus.
Terminado el plato, servir a nuestro peor enemigo (la tipa ésta seguro que es indigesta).
¿Y qué hacemos con el resto de la impresentable? A gusto de cada uno, pero yo recomiendo meterla en una picadora y dársela de comer a los pollos...
En fin, que manos a la obra y que os quede rica! Próximamente seguiré dándoos buenas y sabrosas ideas para esas ocasiones especiales en que tenéis que quedar como reinas...
1 comentario:
yo pensé que la mala era la reina y no pilar urbano! necesito una explicación o no me quedará nada en que creer!
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