domingo, 28 de junio de 2009

La vida es un placer

Como era de esperar, desfogué.
Fui de compras, eché un rato en el Comercial, otro en la terracita del moderno, vi la expo de Dorothea Lange, y acabamos luchando contra la conspiración judeo-masónica, que ha tenido abducida a Pau, de la mejor manera: a golpe de gintonic al lado de una pisicinita en un ático de Madrid.
Lo dicho, la vida es un placer...
Y oye, Iván, que no metiste la pata con lo de que me gustan los tíos, que es que a veces me dan unos puntos bastante absurdos y intento volver al fondo del armario. Así soy yo.

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