jueves, 10 de julio de 2008

Te lo digo yo, éste no es el puding de una mujer honrada!

A estas alturas no estoy descubriendo nada, pero me declaro seguidor incondicional de estas mujeres desesperadas.
Tienen momentos absolutamente dinamiteros y diálogos con una sanísima mala leche.
Una serie que en el primer capítulo nos muestra a una madre enganchada al rubifén de su niño hiperactivo para poder seguir el ritmo de su estresante vida, no puede estar mal.
Ayer uno de los personajes respondía a la insinuación de su esposo de que quiere ser padre: "Te he dicho que no voy a tener hijos! Mis zapatos son mis hijos..."
Brillante.

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